miércoles, 10 de agosto de 2022

La España de Los Santos Inocentes

“La ley está para ser obedecida”, justo lo que diría cualquiera de la familia endogámica y deficiente mental de Alfredo Landa en la película Los Santos Inocentes.

Un decreto es un mandato de un dictador, ni más ni menos. Es un capricho para su conveniencia y enriquecimiento personal.

Respecto a las leyes obedecerlas, claro… Como esos corruptos ladrones que han sido aclamados como héroes y mártires por el gobierno penitenciario fascista español homosexual sanitario ¿no?

Como todos los que han eludido la cárcel y los que ni siquiera tienen juicio. O como esa ley que ordena encarcelar a un cantante por injurias al rey y sin embargo, se le limpia el ano con la lengua a los jerarcas fascistas en el poder que declaran que mejor guillotinarlo como ayer dijeron.

Como los encarcelamientos masivos de la población, la obligación a perder la salud con el bozal y la segregación entre vacunados o no vacunados, una táctica como las racistas, con clara malicia y delito de odio por parte del gobierno penitenciario fascista español homosexual sanitario.

Quien dice que la ley está para ser obedecida, es un pobre tarado, un pirao que no debería votar jamás por razones médicas o sanitarias de mierda.

Y lo peor: es la más palpable representación del pensamiento insectil español, ya tan dado a aplaudir a dictadores genocidas.

Los españoles se merecen de verdad, obedecer la ley; porque nacieron para tirar de un arado hasta caer muertos.

Puto cabestro analfabeto y servil “está para ser obedecida”, pinche imbécil…

Que corra con el tobillo roto a buscar la perdiz que su puto señorito el Caudillo Penitenciario Homosexual Sanitario, ha cazado; que corra como un perro.

Mierda de país puto… Y sus leyes de gloria y mamadas para unos y mierda y prisión para las clases bajas o parias trabajadoras.

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