domingo, 9 de junio de 2019

Prostitución para todos los públicos


En demasiados casos (tantos que es asfixiante) ver una película, leer un libro o escuchar una música que han resultado premiadas, simplemente te garantiza la enorme probabilidad de un desengaño y el correspondiente disgusto por la pérdida de tiempo y/o dinero por haber visto, leído o escuchado semejantes bodrios.
The Square, cualquier novela premio Planeta, o Despacito de Fonsi son ejemplos de esta angustia humanística que hace de mi vida intelectual una deprimente sensación de que voy a tener mala suerte en esta lotería.
Sería una inmadura y vergonzosa ingenuidad creer que las humanidades premiadas son realmente dignas de pagar o perder el tiempo con ellas.
Las ventas son a las obras de arte o literatura, lo que el chulo a las putas; pero sin genitales, el dinero es el mismo.
O sea, ventas y chulos marcan la teórica calidad e importancia de las obras y las putas, independientemente de la real fealdad de ambas.
Dan ganas de rascarse el culo con incredulidad.

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