Nieva fuerte, el invierno, el rudo invierno se rebela contra la dulce primavera. Es una batalla perdida; pero es una buena derrota.
Una digna derrota.
El invierno es como yo, un perdedor rabioso.
Solo que yo, un día desapareceré y el invierno se quedará solo con sus batallas perdidas.
Soy un perdedor rabioso e indignamente efímero.
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