"Los placeres sencillos son el refugio de los hombres complicados" (Oscar Wilde).
Estoy de acuerdo a muy grandes rasgos, pues no puedo ser complejo sin mi vanidad. Por ejemplo: un sencillo lápiz de madera no me da refugio ni placer (me encalambra los dedos, por decir poco, por decir lo mínimo).
Mi refugio está en el elegante y complicado plumín de oro de una Montblanc.
Aún así, un aprobado para Wilde y sus pocos sofisticados placeres.
Me cae bien el hombre.
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