Actriz porno, de ganadería estadounidense. 25 años. Caucásica. Morena. Ojos azules. 1,76 m. de altura. 66 kg de peso. Pecho natural. Medidas: 86-61-86 B. Tatuajes en espalda (tocando el culo) muñeca y cuello. Cerebro: se le supone.
No destaca en gran cosa más, pero no es poco dado lo buena que está.
Cumpliría años John Edgar Hoover, burócrata o funcionario estadounidense, el primer director del FBI y una versión en inglés del inquisidor Torquemada. Perseguidor de cualquier artista y ciudadano que no fuera decididamente racista y fascista; también chantajeó a unos cuantos presidentes de su país para mantenerse aferrado a su puesto de poder. Que si modernizó el FBI, que si bla-bla-bla... Eufemismos... Simplemente era el líder de una policía como la Gestapo o la KGB en un falso decorado democrático. Hay quien dice que además, llevaba lencería de puta bajo sus trajes.
Cumpliría años Alfred Stieglitz, fotógrafo estadounidense de origen judío-alemán. Un auténtico genio que durante cincuenta años, convirtió la fotografía en un arte como la pintura o la escultura. Algunas de sus fotos son absolutamente impactantes. Increíblemente adelantadas a su época. Y hay que contar que hace apenas treinta años la fotografía aún requería un arte y una capacitación profesional de años de experiencia. La fotografía digital es un pasatiempo comparada con la dificultad con la que lidiaban aquellos maestros de la luz y la rapidez.
Me encanta saber que tantas mujeres llevan lencería roja sexy para celebrar la entrada del nuevo año, estimula mi imaginación y mi poder de visión de Rayos-X.
Sin embargo, el asunto de las doce uvas, me lo paso por el culo.
Un buen puro (aunque mucho más caro que la proverbial docena de uvas mediocres) le da mucho más interés a la entrada del año junto con esa legión de mujeres con lencería roja que decora sus preciosos pezones y deliciosos montes de Venus, rasurados o no.
Una perla del ordinario saber popular dice: Año bisiesto, año siniestro.
Me carga el oráculo de los idiotas.
Cuando despertéis con la curda aún puesta de la nochevieja, conducid veloces a casa de vuestras familias para la comida del año nuevo, fumando un buen porro de maría (si tenéis dinero, mejor una buena raya de farlopa). No puede hacer daño.
Feliz año idéntico al de ayer (la verdad es que no cuesta nada hacerse el tonto y así todos felices diciendo que es un nuevo año y nuevas oportunidades, como si por ser otro número administrativo, las cosas fueran a ser distintas). Qué chochos...
Buen sexo.
Iconoclasta
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