domingo, 27 de enero de 2019

Envidia y cobardía peatonal


Se ha puesto de moda la cobardía gritona en las ciudades hacia las bicicletas y patinetes.
Hay que reconocer que los que van a pie padecen una envidia feroz, les jode que algo vaya más rápido que ellos en la ciudad o el campo y además, pagando menos.
Lo experimento tantas veces, que soy un doctorado en la cochina envidia humana.
Por otra parte, usureros profesionales como alcaldes, concejales, funcionarios y policía, mueven sus anos inquietos y nerviosos por empezar a cobrar impuestos a bicis y patines, además de calcular la potencia fiscal que aplican las piernas de los usuarios para así robar más.
Judiacos de Antiguo Testamento…
Está bien, hay idiotas sobre ruedas que se creen que el planeta les debe algo porque son ecológicos de mierda. Hay de todo en la viña del señor, pero más numerosos son los envidiosas idiotas de a pie o que tienen su cochecito bien aparcado hasta que el fin de semana, sus amos les dan permiso para usarlo.
La próxima norma para el rebaño de la pocilga-ciudad, será imponer el uso de una válvula en el ojo del culo de peatones, ciclistas y patinantes para evitar escapes de metano y sus posibles deflagraciones.
Las ciudades son gestionadas por idiotas, la habitan cobardes idiotas de escasas luces. Y luego estoy yo, perfecto, admirado, amado, deseo de mujeres y envidia de los hombres. Margaritas a los cerdos…
Putos ciudadanos integrados y sus alcaldes…

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