sábado, 13 de octubre de 2018

Sin conflicto sentimental


Mi padre me amonestaba y aconsejaba: "Pablo, te he dicho que no hables, no es lo tuyo. Come, bebe, respira y fuma; pero no uses la boca para hablar".
Yo pensaba que se podía meter sus consejos por el culo y cuando me hiciera un poco más fuerte, le daría una buena paliza, aunque en otros momentos lo quería mucho.
Él tampoco soltaba chorros láser de inteligencia por su puta boca.
A pesar de ello, callé y me puse a escribir furioso. Y también lo hice bien.
El que un padre sea amado, no le exonera de ser un bocazas listillo y un imbécil.
Soy la cumbre de la objetividad y la ecuanimidad. Ni mi puto padre se salva de mi poderoso e infalible juicio, digo. Sentencio.

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