Y lo más importante: ¿Qué clase de imbéciles aceptaron convertirse en ovejas y ser pastoreados?
Seguramente las mismas pécoras que aceptaron la circuncisión como marca de ganadería de su listillo amo.
A partir de entonces la humanidad se hizo idiota, salvo raras excepciones como yo, que solo acepto que me toquen la polla si es para chupármela.
Precioso...
No hay comentarios:
Publicar un comentario