lunes, 16 de enero de 2017

Herida


Es fascinante observar el propio trauma, esa capacidad de la carne por abrirse obscenamente y la sangre brotar tranquila. Aliviando un exceso de presión en el cuerpo.
Como una penitencia que tiene efecto.
Soy una herida en el planeta, un corte que no sana; siempre húmedo. Una lesión que no cicatrizará jamás, solo cuando muera.
Cuando el planeta me extirpe como un tejido necrótico, la humanidad dejará de sangrar un poco.
Porque este no es mi lugar, ni mi tiempo. No me gusta, no me integro por muchos años que llevo muriendo, marchitándome en esta prisión. Soy el fracaso de la naturaleza y de los humanos.
Un tajo en el tejido cosmogónico.
Soy infección de frustración y resentimiento.
Que sufra la humanidad y el universo; que mi vida tenga un fin concreto, certero y dañino.
Y me gusta tu coño, porque cuando separas las piernas, es como una herida... Y siento que eres como yo y quiero follar profunda y oscuramente ese corte por el que mana tu alma como un aceite que me lleva a la animalidad.
Estoy herido y soy trauma, soy lesión. Soy el tajo profundo en el rostro de dios.

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