A cualquier cosa se le llama inteligencia o sabiduría.
De ahí que los libros de auto-ayuda, siempre que se basen en la alegría interior y en comerse el coco pensando que si tú sonríes a la vida, ésta te sonríe a ti; se vendan a patadas.
Porque claro, el verdadero secreto está en usar un vocabulario tan limitado y simple como lo son los cerebros de la inmensa mayoría de los lectores. Y escribir muchísimas veces "alegría" y "felicidad". Hasta el vómito.
Luego, os llegará la sensación de que habéis sido idiotas toda vuestra vida. Ahí no puedo consolaros.
Os diré un secreto: si pensáis que os haréis ricos, lo seréis, aunque tengáis el cerebro podrido de envidia. Si vais de buen rollo con vosotros mismos, la vida os dará un buen fajo de billetes.
Puede que no sea mañana, puede que tampoco dentro de unos años. Incluso puede que tengáis que transmigrar de cuerpo un par de veces más.
Pero en verdad os digo, capullos, que nadaréis en la abundancia.
Estoy tramando un libro de auto-ayuda, cuya portada será mi dedo corazón levantado en el centro del puño cerrado, como penetrante símbolo en vuestra psique minúscula.
Sonreíd, mientras podáis, porque todo es mentira (no podía evitar este acto de sadismo).
Madavillozo.
Al resto de la humanidad, petons (el resto de la humanidad sabe).
Buen sexo.
Iconoclasta