La diferencia entre Atlas y yo, es que él tenía la ventaja de ser dios.
Yo no. A mí se me cargan las cervicales y el dolor me hace turbia la mirada.
Un tanto hostil.
Lanzaría la vida al vertedero de lo cargante que es.
Dioses... Siempre con ventaja.
Así cualquiera folla.
Irritante.
Buen sexo.
Iconoclasta
No hay comentarios:
Publicar un comentario