¿Por qué es tan triste morir en campaña
navideña?
(Aclarando: es triste para muchos. Porque a mí
me suda la polla morir en navidad o en el día de la fiesta nacional de Yibuti).
Todo es por culpa de la publicidad y de
aquella cancioncilla: “Vuelve a casa vuelve. Por navidad”.
Qué chochos…
Lo importante es que haya más espacio. Estoy
harto de apreturas; que se mueran cuando quieran, pero que lo hagan, coño.
Y si sois sinceros, estaréis de acuerdo
conmigo en que no hay nada como tener un muerto que murió en estas fechas
cuando pasa la publicidad sensiblera por la televisión. Eso une más a tu mujer
con su amante. No tiene una mierda que ver; pero si ella dice que su primo
tercero murió en navidad, tú te la follas con piedad cristiana y sin
preocuparte demasiado por el condón.
Además, los que mueren en navidad, tienen una
muerte más dulce; cosa que es lógica por el alto nivel de glucosa de tantos
dulces baratos que toman.
Luego (“aluego” para los más navideños que son
los más incultos) viene la borrachera con los licores también navideños y
comienzan entonces a salir los trapos sucios del difunto, que hacia las cinco
de la tarde de la comida de navidad, tras tomar todos cava y licores como camellos
(abuelitas y pequeñines includes), resulta que el occiso era un hijolagranputa.
Y acaban riéndose en familia de lo pequeño que era su pene.
Muerte entrañable, dulce y jocosa.
Maravilloso.
Buen sexo.
Iconoclasta