lunes, 12 de septiembre de 2016

Fascinación y asco


Es tan fascinante como repugnante observar a cientos de miles de esclavos manifestándose en apoyo a sus amos.
Es tan repugnante como fascinante observar como olvidan las penurias y la porquería que tragan a grandes cucharadas de las manos de sus amos.
Es tan fascinante como repugnante observar las grandes manadas de ganado humano portar pancartas y banderas para alabar a los que les sodomizan y roban.
Es tan repugnante como fascinante que olviden sus años de miseria y esclavitud por unas horas de falsa alegría institucional.
Salvo alguna rara excepción, son fascinantes y repugnantes hormigas sin cerebro obedeciendo en masa algún mandato químico.
Es tan fascinante como repugnante, que siempre haya sido así, que se repita la misma historia, la misma alegría de los idiotas.

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