Tiene que existir, tiene que haber un tiempo y espacio donde el amor no sea esa maldita necesidad que asalta constantemente al pensamiento arengando deseos, como la más pura heroína inyectada con la más sucia jeringuilla en un sórdido solar.
Tiene que existir un antídoto a este vasodilatador que es tu simple presencia y que me humilla convirtiéndome en algo puramente reproductivo, encelado.
Tiene que existir un lugar donde descansar de todo esto y la indiferencia sea la sublimación de la vida tan buscada.
Conque no hayan necesidades, estará bien.
Cuando se sabe todo, te arrepientes de haber conocido. No fue necesario todo eso.
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