No importa lo que te esfuerces para ser cualquier cosa, siempre hay alguien a quien no gustes o que no te soporte.
Y para eso dios creó las pajas, las chaquetas, la masturbación. Una privilegio que el divino nos ofreció porque hubo un momento en que tenía que hacer demasiadas mamadas a sus creaciones y no le quedaba demasiado tiempo para otros menesteres.
Así tenemos cosas agradables que hacer aparte de disgustar a nuestros prójimos. Cosas buenas exclusivamente para nosotros.
Que las decepciones ajenas giren y giren en torbellino en el desagüe de la ducha junto con los humores sexuales que expulsamos..
También puedes elegir ser ateo, pero da igual, pélatela creas que es un don de dios o no.
Iconoclasta, otro dios.
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