
Que algo que hemos creado llegue a buen término no es cuestión de inteligencia, ni voluntad, ni trabajo. Es una puta cuestión de suerte.
El mundo está lleno de gente con inteligencia y fuerza que no trasciende, que mueren anónimos. A los idiotas les crecen alas y se cagan en las cabezas de los que son útiles y aportan cosas interesantes. Esto es algo que sabe mi gata y de lo que hablamos habitualmente masticando hojitas de coca.
Insisto en que la vida es demasiado larga. Sobre todo para los idiotas.
Y mi gata dice lo mismo. No podemos estar equivocados.
Alguien debería hacer algo y no menospreciar un francotirador bien apostado en cualquier lugar elegido al azar.
Es todo tan precioso...
Iconoclasta
Buen sexo.
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