martes, 8 de noviembre de 2016

Nieves sin piedad


Han llegado las nieves a las altas montañas. Y aunque lejos, al respirar profundo, los pulmones sienten la gélida hostilidad de la nieve.
Ese blanco suave es tramposo.
Ve con cuidado caminante, lo blanco puede ser tan letal como lo más oscuro.
De una forma u otra, la naturaleza pone a prueba los organismos que en ella viven y elimina los que no merecen semejante privilegio.
A los que han vivido demasiado según su ley.
Perfecto, me parece bien.
Vale la pena sacrificar vida por libertad.
Ya he paseado demasiado por calles y plazas reguladas por letreros y neones, por semáforos y vehículos que atropellaban mi libertad e inyectaban sangre negra en mi cerebro.
Mejor ser condenado por la naturaleza que por la mierda creada por los humanos.

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