jueves, 12 de junio de 2014

El maldito tetrix.

Lo bueno de las mentiras, es que colocándolas bien se puede hacer un muro homogéneo que te dé un millón de puntos al evaporarse en el display.
Hasta que sube de dificultad el puto juego.
Entonces empiezan a descender cuadrados que no hay forma de encajar entre tantas eles y filas largas, son las verdades que como todo el mundo sabe, tienen la forma de un cuadrado. Justo lo necesario para tocar los cojones y que no encajen entre las mentiras. Y da igual que las gires, como las muy putas son tan gordas, voluminosas, regulares (lados iguales)  y poco estilizadas; no hay forma de despejar el display. Y se amontonan las muy guarras dejando espacios vacíos entre las mentiras que son finas y en forma de ele hasta el límite superior del display.
 Entonces el muro se llena de cuadrados, eles y rectángulos verdaderos que se intercalan entre espacios vacíos que te hacen perder el juego.
Y los dedos cansados como si hubieran hecho una paja a una mujer frígida durante horas.
Por alguna razón de mierda, la verdad jamás encaja entre las mentiras y las decepciones, aunque baje en forma de cagarro y la gires mil veces.
Odio el puto tetrix cuando salen los putos ladrillos de la verdad. Con toda mi alma.
Es irritante.
El candy no, al tener golosinas, es psicológicamente menos jodiente y de vez en cuando te dice: "Divain" que mola mazo. O un "suit" que tampoco está mal.
Ojalá se me caigan los dedos de la mano antes que volver a jugar al cochino tetrix.
Lo voy a desinstalar ya mismo, coño.

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