
Digo yo, que como no se puede combatir el hambre en el mundo y hay excedente de drogas, para la próxima campaña de navidad, a etíopes y otros hambrientos del mundo mundial se les podría proporcionar ricos jacos de heroína.
Se harían muy populares los Reyes Magos.
Osea, toda la droga que se desperdicia quemándola, pues que la envíen a esos países; el hambre no se la quitará ni dios pero alucinarán pepinillos. Al menos darles una alegría...
Eso sí, cuidado a la hora de chutarles la droga porque se confunden las venas con los huesos, están muy delgados y pinchar hueso duele. Que nada les enturbie un buen viaje.
Hay mejores formas de morir que de hambre.
Qué mierda...
Un elefante se balanceaba en una tela de araña y vino un muerto de hambre y se rompió (la pobre araña está hasta las pelotas de trabajar para nada).
Buen sexo.
Iconoclasta