
Hay días en los que una simple noticia es capaz de alegrarte el día, e incluso hacer la semana más corta.
Este domingo pasado, han sido condenados a prisión unos cuantos descerebrados judíos israelíes que pertenecen a una banda neonazi: Patrulla 36 (¿a que suena a título de serie televisiva adolescente y mala que te cagas?).
Yo es que me parto el rabo de risa. Hay que ser borderline para ser judío, neonazi y vivir en Judiolandia.
¡Qué risa! Coño.
Más tontos y nacen de plástico los de la Patrulla 36.
Soy feliz.
Buen sexo.
Iconoclasta