lunes, 15 de mayo de 2017

Teletransportado


Me he despertado a las 8, el gato tenía hambre.
Y ahora estoy aquí, son las 11.
¿Qué ha ocurrido? Recuerdo mear y un cigarro encendido que me hacía llorar  los ojos.
Una de dos: tengo el don del teletransporte, o bien mi cerebro tiene la consistencia de una papilla aguada.
Qué más da... A lo mejor ni soy yo, no sé de que me preocupo.

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