miércoles, 5 de agosto de 2015

Tarde, pero un buen momento



No siempre te estropea una música una persona, o dos o un millón con su presencia y su ruido.
Hay veces que el río es quien se sobrepone a la música y entonces no me siento hostil. Todo está bien.
Y es entonces también, cuando concluyo que es tarde para muchas cosas, que no hay tiempo.
Pero estoy en el mejor lugar, en el mejor momento.
Cosa que nunca pude afirmar.
Al final aprendes, aciertas.
Sí que es tarde si la dicha es buena, porque el balance final pronto dejará un epitafio despectivo en mi tumba.

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