sábado, 18 de enero de 2014

Bipolaridad

Qué dolorosa es la muerte para los vivos y que tremenda la vida para los que agonizan.
Se hace difícil imaginar que tras este drama sin fin, ocurran instantes de alegría.
Que me perdonen mis padres muertos por estas risas, no es por vosotros, amigos míos.
Así no hay quien  se aclare. Menos mal que existe el cáncer y el dolor como prueba de que uno está vivo.
La capacidad de olvidar es un arma defensiva y quien  carece de ella, muere día a día bajo el peso de las horas. Agonizando a cada segundo.
Y el dolor llena la vida, o la muerte...
Esto... ¿Cómo me llamo?
Un chiste:
-¿Qué animal no tiene brazos, piernas, se arrastra, no habla y es ciego?
-El de Johnny cogió su fusil.
Me parto (perdón a los que morís).

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