viernes, 11 de octubre de 2013

Cuando se miran a la cara

Cuando se miran a la cara.
Cuando se acaba la jornada laboral, cuando los hijos dan un respiro...
Cuando el fin de semana los obliga a estar juntos sin los amigos que tienen tanto que contarse a cada instante, ha llegado el momento de reconocer que es el momento de firmar en el libro de visitas del hogar un amargo adiós.
El aburrimiento es una losa silenciosa, embarazosa.
Es inevitable, un error sin culpables.

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