No hay nada más repugnante en este mundo que un muerto de hambre ex-obrero propietario de una mierda de piso. Conozco a unos cuantos que aún afirman que la décadas de 1950 y 1960 fueron muy bonitas.
Eso sí, no saben escribir, son unos analfabetos que aprendieron lo justo para aprobar el carnet de conducir y apretar el número de canal de la tele en el mando a distancia.
Estos mediocres son venenosos. Ojalá un terremoto eche abajo sus viviendas y toda su puta vida se venga abajo con ellos.
Putos fachas ignorantes.
Tarados.
¡Oh maravillosa destrucción, acaba con ellos, con los viejos cerdos!
Es todo tan precioso que me cago.
Buen sexo.
Iconoclasta
No hay comentarios:
Publicar un comentario