Y sin tetas que mirar, ya se ha olvidado la población de los asesinatos de viejos cometidos por el estado español por y con el coronavirus, de la instauración de la dictadura por y con el coronavirus, del acoso, humillación y ruina de la casta paria o trabajadora por y con el coronavirus, de los encarcelamientos a la casta paria o trabajadora por y con el coronavirus, de la segregación racial de vacunados y no vacunados de covid 19 por y con el coronavirus, de debilitar, enfermar y pudrir la respiración de la casta paria o trabajadora con el bozal por y con el coronavirus, de jueces avalando la corrupción y el genocidio por y con el coronavirus, de prohibir el acceso a la naturaleza por y con el coronavirus y terrorismo de estado climático.
La chusma es tan decadente e infantil como para no distinguir a las putas si no enseñan las tetas.
Resulta que toda la elección en España es nazismo con distinta jeta. Nazi y genocida.
España se convirtió hace tres años en una orgía de fascismo. Compitiendo los políticos españoles por imponer cada cual su más llamativa dictadura, sus más impunes robos. Ahora creen que si esconden las tetas no son putas.
La casta política española ha catado la dictadura y le ha encantado.
Eso de asesinar a gente impunemente encerrándola hasta que se pudra en los geriátricos, por poner un ejemplo, es el asesinato perfecto.
Lástima que las putas de verdad, las profesionales no se presenten a las elecciones. Porque al menos no han asesinado, humillado, extorsionado y secuestrado y encarcelado a nadie. Y los servicios son más baratos que los de los políticos españoles, que se limitan exclusivamente al anal. Y no me gusta, sinceramente.
Algo han metido en el agua potable y en las vacunas covid que consume la chusma; que en apenas un año se han olvidado los crímenes del gobierno español y sus secuaces.
La chusma caga sangre y no se acuerda del por qué.
Y los médicos del estado, muy zorros ellos, les meten un dedo en el culo y les dicen que no es sangre, que es colorante de una carne que no deberían haber comido. Si comieran hierba fermentada salteada con lombrices, cagarían perfecto.
Y por supuesto, que practiquen mindfulness, la reparadora técnica para decidir que si las putas no enseñan las tetas, no hay putas. No te desvíes de lo que ves pensando en el pasado, estás en el “ahora” y en él has de focalizar tus ideas si las tuvieras. Paga y arruínate sin nervios, sin molestas ideas o consideraciones a todo lo exigido. Acepta tu esclavitud porque es un don que te salva la vida de la peligrosa libertad.
Los nazis que decretaban mierda para ti unos meses atrás, ya no enseñan las tetas, luego no existen.
Puedes votar con total seguridad, que aunque España parezca un párrafo de 1984, el decorado es distinto, ya que en la novela no sonaba el feliz y distendido reguetón de fin de semana.
