martes, 17 de marzo de 2020

Más buenismo


Bitácora de bicicleta


Aún no han salido todas las hojas de las ramas, es pronto.
Y los muertos de sus tumbas tampoco.
No estaría mal vivir algo realmente intenso como la resurrección de los pútridos muertos ¿eh?
Se les podría adiestrar para que comieran la misma mierda que se da de comer a las mascotas, en lugar de cerebros crudos.
Y luego usarlos como perros de guarda y pastoreo, o incluso para que aspire la casa. Con sus andares aleatorios y estúpidos, a lo largo del día llegaría a limpiar todos los rincones de la casa y no se quedaría atascado debajo de un mueble como un costoso aspirador robótico, que no acaba de limpiar bien nada.
Es lo que tiene tener tiempo y no salir de casa esperando a que el coronavirus se muera de asco y de hambre: piensas cosas amenas hasta que te aburres de estar en casa.
#Que-le-den-a-tanto-mártir-sanitario-yo-monto-en-bici
Nadie me aplaudió ni me cantó canciones por trabajar todos los putos días y cobrar una mierda.
Uno es lo que hacen de él. Yo nací buena persona, lo juro. Y uno de esos ángeles pudrió un trozo de mí. Cada cual cuenta la feria según le va, el saber popular a veces acierta.
Lo que importa es tener una marcada personalidad, da igual lo que contenga (carita sonriente).

lunes, 16 de marzo de 2020

El envidioso y el cazador


Un envidioso grita para espantar la presa del cazador.
El cazador le descerraja un tiro en el pecho.
¿Dónde está el delito? ¿Eh? ¿Eh?

La velocidad del sonido




La velocidad del sonido es muy lenta, una mierda de velocidad.
Es una putada que cuando llega el trueno, el rayo ya te ha incinerado.
No tiene gracia.
Bueno… Un poco sí.
Mucha.
Me parto.

domingo, 15 de marzo de 2020

Antropología práctica


¿Quién muere antes en idénticas circunstancias: un ser humano con el cerebro grande o con los sesos pequeñitos?
La cuestión está clara: los cerebros pequeños viven más. Lo demuestran las estadísticas demográficas.
O sea… Dar vueltas alrededor de una piedra, adorar a las ratas o a un muñeco es un síntoma de céfalo-enanismo, ergo mayor longevidad. Son miles de millones votando siempre a la misma basura.
Estoy abandonado…

sábado, 14 de marzo de 2020

Coronavirus capítulo un millón diez


Se han clausurado en un parque infantil dos venenosos toboganes y un temible balancín rompeculos.
No sé cuantos técnicos habrán sido necesarios para inmovilizar a esos diablos; pero estoy seguro de que han sido muchos durante mucho tiempo.
Así a ningún anciano se le ocurrirá jugar en ellos y ser devorado, andador y cochecito eléctrico incluidos. Jamás hubiera pensado que la corporación Umbrella (véase Resident Evil) fuera tan exhaustiva.
Yo, ni me he atrevido a acercarme a esas temibles bestias. Me da miedo.
Joder…
También ha habido ovaciones para el personal sanitario, no sé porque… Las ovaciones son para profesionales diligentes que no dejan que te mueras en una sala de espera de urgencias en cualquier fecha del año elegida al azar.
Sin embargo, a los que recogen la basura evitando que la gente se ahogue en mierda, ni un mísero letrero melindroso dibujado por el hijito bien adiestrado de unos papis chachis-pirulis votante-manifestantes crónicos, en ninguna ventana del planeta.

Optimismos democráticos


Si te encuentras un palo metido en el culo y es gratis, disfrútalo.
(Mensaje de contención y optimismo de las Democracias de la Globalidad. Meme institucional 246/2020)

viernes, 13 de marzo de 2020

Un bonito instante


Tengo suerte en algunos momentos.
No está mal para variar.
Es un caballo veloz, un auténtico Ferrari, de verdad, el rojo lo lleva por dentro.
No es mi amigo, comía su forraje y cuando ha visto la cámara, se ha acercado hasta mí para intercambiar unas miradas y dejarse hacer algunas fotos.
Lo habrán fotografiado miles de veces, porque lo hace bien, posar.
Seguro que es mejor persona que yo, son cosas que noto.
Es un bello animal, él lo sabe porque observa con curiosidad mi mediocridad sin ofenderme.
Debe tener una vanidad innata, no como algunos humanos que la tienen ponzoñosa y los hace feos hasta el vómito.
Le debería haber dicho que es una magnífica criatura y agradecer su compañía. Y que repentinamente le he tomado aprecio.
Pero soy más tímido que él.
Si se diera el caso, jamás me subiría encima de él, me limitaría a caminar un rato a su lado, como una bestia más.

La peste, de Albert Camus


Es el momento ideal de leer esta novela. Es sumamente edificante ¡Ja!; pero sobre todo decente y dura como un mazo.
Sin sonrisas facilonas de idiotas, sin mensajes de adolescentes adiestrados en la superación heroica. Sin magias ni milagros.
Solo para adultos, adultos que sean capaces en estos tiempos ignorantes, de leer algo serio como el filo que corta la carne.
Bravo por Camus y su ahora, tan acertada lectura.
La muerte sin ornamentos es de agradecer.
Moriréis todos... ¡Buuuu...!😛😛😛😛

jueves, 12 de marzo de 2020

Ochocientas pulgadas



Lo peor que te puede ocurrir al hacer una foto es que te salga un imbécil en ella, en algún rincón o margen cuando la examinas ampliada. Es tan deprimente y árido tener que trabajar con clonador y borrador para eliminar al cerdo…
Los visores de las cámaras fotográficas deberían ser de ochocientas pulgadas, como los televisores que ansía la chusma para ver sus aberraciones favoritas.

PRESO (reflexiones del coronavirus)


Y ahora que a la chusma le han privado de sus amadas e incruentas manifestaciones socio-festivas semanales, les han quitado las fallas, se van a cancelar partidos de fútbol y viajes ¿Qué harán?
¿Qué pasará con las grandes manadas estabuladas que trashuman en masa hacia la playa los fines de semana?
¿Se sumará al coronavirus una gran y liberadora epidemia de depresiones y sus necesarios suicidios? Si es así ¿cuándo?
Esta impaciencia mía es un sinvivir.
El coronavirus debería llamarse “La peste de las redes sociales (PRESO)”, porque aunque no se propaga por internet, tiene la misma velocidad de contagio que la imbecilidad, la ignorancia y la mentira en las redes sociales (incluidas las grandes congregaciones de ganado en eventos culturales, políticos o sociales de mierda).
Es precioso cuando todo cuadra.
Y es que si me están tocando los cojones (irritándolos) a todas putas horas con el coronavirus, yo también tengo lo mío que denigrar. Y además con donaire, verbigracia, gracejo e ingenio.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Cobardes y mezquinos acaparando


Gracias al coronavirus, las grandes manadas humanas de manifestantes que estaban fuera control, ahora miran con ojos aterrados a sus pastores pidiendo salvación.
Esas ratas cobardes que se han apresurado a acaparar grandes cantidades de comida en los supermercados…
Gracias también a las redes sociales y la inmediatez de la potente información carroñera, podemos admirar en todo su esplendor, y en streaming, la mezquina cobardía humana acaparadora.
Es tan fascinante ver a todos esos avariciosos cobardes roedores de dos patas, como ver las tan cacareadas y raras lunas de sangre; esas que dicen que se forman cada mucho tiempo, y sin embargo en las noticias aparece alguna cada dos meses.

¿Nacen o aprenden?


La puta ¿nace o se hace?
Por analogía, la/el/política/o ¿nace o se hace?
Otra analogía, el cerdo ¿nace o se hace?
Siento haber metido a las putas en esto, las adoro.

martes, 10 de marzo de 2020

Iconoclasta dice


Hay personas tan y tan malas que les pegas fuego y en lugar de arder se derriten como un mal plástico.
A éstas es mejor cortarlas en trozos para obtener alguna satisfacción con su asesinato.

La hipocresía de lo obvio




La violencia es el don más precioso que Dios nos ha dado. Es un pecado mortal castigarla.

El dolor es otro don de Dios; pero nadie lo prohíbe o castiga.

Es la hipocresía de lo obvio llevada a la indecencia pornográfica.