No se puede medir el tiempo con un reloj que
te han dado a cambio de 25.000 tapones de cocacola. Y una playera de Telmex no
sirve para vestirse.
La elegancia y la clase no son actos derivados
de la pornografía, no es un pecado contra la virgen Guadalupe.
Los pobres no deberían declarar tan abiertamente
su miseria. Si hay orgullo gay, tiene que haber orgullo pobre.
Otro día hablaremos de esos tonos de pieles
que parecen demasiado bronceadas y pueden llegar a confundirse con roña,
porquería, humus, detritus, etc… Y de un ejemplo de higiene y cuidado
epidérmico cuyo ejemplo a seguir es Michael Jackson.
No vale la pena mantener una piel demasiado
oscura si hay medios para evitarlo.
O sea, no a la chabacanería y no a la piel
demasiado oscura que tampoco acaba de ser muy elegante.
Y que conste que no hay racismo, solo soy
sofisticado.
¡Uy… Mi Montblanc se ha quedado sin tinta
perfumada con canela!
A la mierda la sencillez.
Buen sexo.
Iconoclasta