“¡Esto no es real!” algunos exclaman airados.
Y es una lástima que no lo sea y seguir bregando cada día con esta mediocre y mezquina realidad. Sin esperanza para la fantasía de amarte con mis dedos hundidos en tu coño y ser amado con mi rabo en tu mano.
Aunque la fantasía trajera el horror.
Tu mente la tengo, me llena los días; pero la viscosidad que hace brillantes como el esmalte tus muslos, sigue siendo como la máquina del tiempo, mentira.
Te evoco y en lugar de exclamar, gimo en un rincón en penumbra que guarda mi frustración de la vergüenza ante el universo: “¿Es que jamás será real?”.
Mi hermosa Jade Negro…
–Ico, como tú dices: “Estamos abandonados”. Esta lobita un día te comerá para llevarte siempre dentro. No me niegues, hay una estela de muertes tras de mí.
–Jade… ¿Crees que lo irreal soy yo?
–¡Ay qué joda, Ico! Con lo cachonda que estoy siempre y tú tan metafísico.
– ¡Cabrona!
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.