miércoles, 25 de enero de 2012

Clase de redacción


Como ejemplo de cuidada y formal redacción he encontrado un pequeño dato jocoso y chachidivertido donde podremos disfrutar de una beatífica sonrisa al comprender la inmensa caridad y capacidad de martirizar que tienen los papas y sus subalternos.
En el 186º Calendario del más Antiguo Galván para el 2012 (almanaque del santoral católico entre otras cosas astronómicas), figura la siguiente anotación en el 15 de enero:

“… Beato Pedro Castelnau (b) primer inquisidor de la fe, proclamado mártir a los cincuenta y siete días de su martirio por Inocencio III. …”

Es que me parto de risa.
Lo que no tengo claro es que si Inocencio III estuvo partiéndole la madre todo ese tiempo o bien llegó a beatificarlo cuando "el trabajo" ya estaba hecho.
¿Se cansó mucho el tal Inocencio III ante todos esos días de sado-maso intenso? ¿Lo beatificó por su gran resistencia física o por su entereza de fe?

Tal vez quisieron escribir:

"Beato Pedro Castelnau primer inquisidor de la fe, fue proclamado mártir por Inocencio III a los cincuenta y siete días de su martirio".

Sigue habiendo una duda razonable sobre la bondad del Inocencio.
Y que yo, un iconoclasta redomado, tenga que corregir y explicar cosas católicas…
Mi única neurona comienza a orbitar lenta, muy lenta.
El libro gordo de Petete enseña, el libro gordo de Petete entretiene y yo os digo contento, hasta la semana que viene (vi mucha tele de pequeño, lo siento).

Tontus y beatus viscum, viscum, viscum (sé latín).

Buen sexo.
Iconoclasta

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