
O sea, ese eufemismo llamado imaginación.
Lo malo es cuando el imbécil de potente pensamiento, se cree la mierda que se inventa. Joder, sin pretenderlo me he metido de patas en política, economía y empresariales.
Menos mal que aún quedan mentirosos con gracia que cuentan mentiras completa y gratamente increíbles.
Escritores alienados...
Bueno, vale, los que escriben de catedrales del mar y secretos esotéricos y sectarios, también se pueden poner en la fila de políticos y otras bestias.
Buen sexo.
Iconoclasta
Iconoclasta
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