jueves, 18 de diciembre de 2008

Tesoros de Africa

Nacer muerto y respirar. Si no es posible, sólo puede ser un milagro o una maldición. Siempre es mejor la opción fantástica a la real: eres un niño etíope.
Y ahora viene cuando el optimismo y el buen talante, se da de morros contra la mierda que da la vida a otros que no tienen tiempo suficiente para pensar con optimismo.
Las risas no protegen del sol la piel de los hambrientos y el turismo a veces tiene un buen grado de indecencia.
Hoy pude ser un gran día para viajar, precioso.

Buen sexo.
Iconoclasta

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es que es lo que tiene África, que es una merienda de negros y siempre lo será, aunque mañana ocurriera un milagro y los occidentales nos convirtiéramos en masa (políticos incluídos) en clones de la Madre Teresa y luchásemos a brazo pertido para sacar adelante al continente negro.

Lo tiene todo: recursos naturales, petróleo, diversidad agrícola y grandes plantaciones, yacimientos de los minerales más caros del planeta, abundancia de caladeros de pesca y algunas de las etnias más poderosas de nuestra especie (los negros intelectualmente no están por encima ni por debajo de otras razas, pero físicamente detentan una superioridad abrumadora); pero a pesar de todo ese potencial reunido casi milagrosamente en una misma tierra, no despegará jamás de donde está ahora mismo. Tenía la idea de que el eterno sitio de África a la cola del mundo era consecuencia del pasado colonial, pero me equivocaba. Buena parte de la culpa la tiene l colonialismo, si, pero hay motivos complejos, profundos, extraños. Los descubrí leyendo al maestro de escritores y periodistas, Ryszard Kaspucinski en su libro "Ébano", una lectura absolutamente imprescindible, aunque África nos importe un comino.
Como cualquier obra de Kaspucinski, uno de los escritores más apasionantes y gratos de leer de cuantos han transitado por éste valle de lágrimas. Y más adictivo que el tabaco. Un tremendo iconoclasta.

Iconoclasta dijo...

Tomo nota Señá Juliana (que cosa más friki has encontrado esta vez, es que te lo curras), de ese libro y ese autor.
Escribes demasiado bien como para no hacerte caso.
Sí, siempre he intentado explicarme el porque de como un continente entero, con una riqueza que sólo es necesaria agacharse para recogerla, ha llegado a tal grado de miseria.
He pensado que Africa, la cuna del hombre, fue pionera en civilizaciones, que hubo un tiempo que lucharon y que avanzaron hacia el entendimiento y las ciencias de la naturaleza.
Y como toda gran civilización, tras su esplendor, viene la decadencia. Los hombres se hacen blandos, dejan de pensar, dejan de preocuparse y al igual que en la Roma de Nerón, confían que el maná alimenticio les llueva. En una escala de tiempo como es la de las eras de la humanidad, se podría decir que se encuentran en la parte plana decadente y no demasiado lejana.
Se diría que están agotados y se prepara su extinción, tal vez den paso a otra raza más evolucionada.
Y el clima; un clima bondadoso donde se puede caminar desnudo, donde no es una necesidad perentoria el procurarse abrigo, tampoco ayuda a despertar motivaciones de superación.
Soy simple como una pelota, y he simplificado muchísimo todo lo que he ido reflexionando a lo largo de los años; por eso voy a hacerte caso y buscar Ebano.
Ha sido una gozada tu comentario.
Buen sexo, Seña Julia (pero tienes un gusto de lo más retorcido y rusticiano con los nicks).