domingo, 24 de junio de 2018

El contrato social


En algún momento de la historia de la humanidad, dos hijos de puta cerraron un trato que se llamó con el tiempo pacto o contrato social.
Uno de los cerdos le propuso a otro cerdo que le vigilara las tierras, lo cosechado y que negociara con extraños y enemigos para no ser robado; a cambio le pagaría con parte de sus productos.
Y desde ese mismo momento, pagamos por tan solo nacer.
Aquel hijo de puta cobarde prefirió someterse a la autoridad de otro que lo protegiera.
Y el otro hijo de puta que aceptó, se convirtió automáticamente en el primer rey y corrupto. Porque tenía que ser ambicioso hasta la náusea.
Es la base de la actual sociedad, donde unos pocos mandan y crean leyes para gobernar a millones.
¿De verdad alguien puede pensar que hay que luchar por mejorar esta sociedad?
Si está podrida desde su puto nacimiento, con aquel primer pacto social de cobardía y ambición.
La sociedad actual debe ser destruida, arrasada. Y crear otra de nuevo. Que mueran cuantos deban morir; pero si se firma otro pacto social, que sea entre valientes con cierta ética. Hay pocos, pero los hay; por alguna ley planetaria, siempre sale alguna flor entre los excrementos.

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