A veces me pregunto como en los cojones puede
acumularse tanto semen, no los veo tan grandes. Y sin embargo, como en un
desprecio a la reproducción y a la naturaleza, toda esa leche se enfría en las
sábanas y la piel de quien amo, muy lejos de su coño. Sin que haya esperanza de
vida.
Y mientras rindo culto a la esterilidad, fumo.
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