viernes, 12 de julio de 2013

Un par de zapatos viejos

Miras el par de zapatos viejos y piensas en el desgaste, el tiempo y la decadencia.
Y te los pones porque es lógico y combinan bien con tu piel.
Todo cuadra.
Solo se dicen idioteces; no hay que ser bueno. La bondad deriva directa, rápida, y groseramente hacia la estulticia.
Basta con ser lógico.
Y calzarse de una puta vez los zapatos. Llevo demasiado tiempo meditando para una cosa tan simple.

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