jueves, 20 de febrero de 2020

Pequeñas proezas


Pequeñas guerreras que le arrancan al invierno cansado, colores y calidez, arrinconándolo contra las cuerdas.
La primavera, cuando llegue, les va a tener que pagar una prima por productividad.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Solo un poco cansado


Estoy un poco cansado de caminar y apoyar el peso de la vida en la pata oxidada.
No quiero decir agotado, o que me duela como si el puto dios estuviera ahí dentro de la carne creando cosas horribles, como si yo fuera una zona de ensayos nucleares.
Jamás me agoto.
Repito para que me oigan los del gallinero que escupen como si nada sobre los de la platea: Solo moderadamente cansado.
Mi vanidad es absolutamente incombustible.
Que tenga o no razones para ostentar tamaña vanidad, es algo que no considero.
Así que el que busque explicaciones, las puede ir excretando por el ano; sé que es redundancia (lo de excretar y ano); pero es la esencia de la retórica. Y si no, escuchad a todos esos maricones políticos (todos).
Hijos de puta… Ellos tampoco se cansan de dar por culo con las dos putas piernas sanas.

domingo, 16 de febrero de 2020

Fotografiando a Dios.


Dejemos aparte el asunto de la vanidad de Dios, lo que importa es que Dios existo.
A mi divina espalda, la foto de un ángel roto hace eones. Fallos que ocurren durante el proceso creador, nada que lamentar.
Y el gato… No os engañéis, es la Virgen María, es obvio. ¿Acaso no se nota la pureza en su blanco y su absoluta indiferencia hacia Dios por estar ya habituada a lo divino? Las transmigraciones a veces resultan un poco extrañas; pero siempre es divertido dejar algo al azar. El judío errante anda por Ámsterdam, en cuanto huele a diamantes, se me vuelve loco.
La táctica del diablo es negar su existencia; pues bien, yo no soy el diablo.
Y ahora id a fumar maría que hará más digerible lo que en verdad os muestro.
Ego os absolvo y dominus vobiscum, aborígenes míos.

sábado, 15 de febrero de 2020

Demasiada vida da dolor de cabeza


¿Es que no se cansan de brotar, de vivir?
Yo ya estoy cansado no quiero más decrepitud y más de lo mismo.
Brotar es una putada, cuando ya respiras aliviado de que sea el último invierno; vuelta de nuevo. 
No chingues…
Demasiada vida da jaqueca.
Ya me quedan muy pocos inviernos.
No se quejan las plantas porque no tienen boca; pero deben estar tan cansadas como yo. Salta a la vista, nacen de lo retorcido, de lo negro y viejo. Que no se sientan orgullosas.
Es un inconveniente ser demasiado fuerte, los tormentos duran eones.
Voy a por aspirinas.
Bye.

Verde que te quiero verde


Lorca pensaba distinto en el asunto del verde.
Yo digo que lo radiactivo es hermoso, que promete mutaciones y un color que combate victorioso a los grises.
¿Y si los árboles han pasado una noche de juerga? Los excesos de clorofila vomitados explicarían mi fiebre.
Lorca era un romántico, yo solo un fracasado que observa el mundo con mirada torcida.
Y aún así, le arranco belleza a puñetazos.
Hago lo que puedo, cielo, por darte un lugar hermoso.

Lujuria y desenfreno


Y una vez sorteado el melifluo día de San Valentín con más o menos dignidad (quien la tuviera), Me voy hacia la lujuria y el desenfreno (sí ya sé que soy un bocazas). Ser malo y excesivo no puede hacer más daño que ser una especie de amorfa esponja de baño que cuida demasiado la piel para nada.

jueves, 13 de febrero de 2020

Mi trágica voluntad


Y que el cielo caiga así de hermoso sobre nuestros rostros. Ésta es mi trágica voluntad.
"¡Ciao amore, ciao amore, ciao amore ciao...!"

Desprotegidos


Él no tiene hojas, y sus ramas parecen carbonizadas. Es la radiografía de un árbol.
Y si tú me fotografías, soy la radiografía de algo que en un momento se incineró.
Estamos abandonados.
Nadie protege a nadie, no es posible; no se cansa de arder, de abrasarnos.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Luz y oscuridad


La luz crea la oscuridad, quiera o no.
La oscuridad no puede crear luz, qué inconveniente… Qué oportuno.
La oscuridad es mi sombra y la sombra está también dentro de mí.
En mis tripas no hay luz.
La luz se traiciona a si misma, no hace bien las cosas.
Allá donde cae, crea sombra.
Si la luz es Dios nunca podrá destruir la oscuridad, el mal.
Si has de creer en estupideces, Dios crea lo bueno; pero ahí están los constructores, edificando para protegerse de la luz; para ocultarse de la bondad. Cuanto más edifican los monos, más maldad, más sombra hay.
Las gafas de sol son protecciones contra la bondad, crean sombras en los ojos.
¿Entiendes la cansina lucha de Dios y su luz contra la oscuridad o las tinieblas? Es un cuento chino.
Alguien creó un Dios defectuoso, deberían sancionarlo. Crucificarlo también, por negligente.
La hostia tiene un lado oscuro.
Y la cruz…
El culo de Buda y la media luna de Alá.
Los brazos de Shiva se hacen sombra entre si, es torpe también.
La luz jamás barrerá la oscuridad, es una ley física, un efecto inevitable.
Al final, toda esta retórica es mentira; porque la sombra no es oscuridad, solo es menos luz. El consuelo es que sigue siendo maldad; de bondad hay tanta, que es peste. Si en la sombra anida la maldad, en la luz la hipocresía más luminosa; es más evidente que la descomposición de los cuerpos. Dan ganas de meterse en el agua y frotar con jabón los músculos para sacarse toda esa apestosa luz de mierda.
Me cago en la luz y su piedad, no puedo escapar de ella.
Y si fuera albino, sería aún peor.
Todo son malas noticias…

Una ayudita


Siiiiii... El planeta es precioso; pero si le damos una ayudita para que lo sea más, no puede hacer daño.
Una decena de filtros correctores, perfilar, saturar, contrastar, recortar, eliminar moscas, ratas y domingueros y voilà!
Hay rincones hermosos de cojones como en el National Geographic y los folletos turísticos si te los crees.
Si fuera un video, mejor le quitas el sonido, porque los idiotas no callan ni debajo del agua.

sábado, 8 de febrero de 2020

El centro de mi universo


Debido a las dificultades de escribir en el espacio, dando vueltas con los putos guantes y el casco que refleja el sol y la madre que lo parió, no hay quien folle… Perdón, quería decir que no hay quien escriba claro.
Transcribo el agónico mensaje del enamorado espacial.
Más tonto y nace de plástico.

“Cuando digo que eres el centro de mi universo, no exagero.
¡No mientooooo…! Joder con orbitar…
Qué mareo.
No te ofendas, cielo; pero qué náuseaaaaaagggg…”

viernes, 7 de febrero de 2020

Psicodelia Iconoclasta


Es excesivo, compulsivo, intolerante, cetrino, inmaduro, obsesivo, narcisista, amargado…
Un fracasado de mierda.
Y para mayor inri cree ser el centro del universo.
Escribir no es un arte, es una habilidad. Es cosa de precisión y buenas herramientas.
Mentira, la precisión me la meto en el culo.
Es paranoia y/o psicodelia lisérgica, según la intensidad y la pureza del ácido.
Como todo idiota, cuando se mira al espejo no es capaz de ver toda esa estupidez que lo hace tan vulgar, antipático y predecible. 
Cuanto más sintetizado es el pensamiento, y cuanto menos se quiere justificar a ojos de otros, mayor contundencia tiene.
Cuanto más delires, más intenso. Cuanto más te duela, mayor dolor podrás transmitir. Cuando la locura sea insoportable, no lo entenderán; pero incomodará porque: cuando veas las sienes de tu vecino reventar por un tiro…
¡Bum!
Ahora voy a tomar café a ver si consigo empeorarlo y cambio de puta dimensión.

jueves, 6 de febrero de 2020

Muerte en frasco


Si la muerte se vendiera, la gente la compraría por simple vicio. Con toda probabilidad, para usarla contra sus más antipáticos seres.
Con esa esperanza la comprarían, pensando que al abrir el frasco y siendo de su propiedad, serían inmunes. De la misma forma que son inmunes al hedor que despiden ellos mismos y con el cual, impregnan el aire que he de respirar.
No me gusta la caridad; pero con gusto le regalaría muerte a todo aquel que no tuviera dinero para comprarla.
Hasta arruinarme.
Serían pocos desgraciadamente; pero siempre es seguro invertir en muerte.

La lujuria febril


Sinceramente, deseo que tengas fiebre.
No quiero que tu temperatura baje.
Me gusta imaginarte ardiendo, con los sentidos embotados sometida a mí, a mis manos impudorosas, a mi lengua obscena, a mi pene baboso…
Con tus muslos descubiertos y mi boca besándolos peligrosamente cerca de tu raja.
No soy bondad, el deseo no tiene nada de bondadoso.
Es de un egoísmo atroz. ¿Sabes que no es justo que la carne se ponga tan dura y duela? No es de acero mi rabo. Y duele…
Y amarte… Amarte me hace feroz y cazador.
Algo salió mal conmigo cuando diseñaron mi programación emocional.
No sé, cielo… Me confieso a ti, sin arrepentimiento, con reincidencia de pensamiento, con mis calzoncillos aún húmedos de soñarte; con sangre al clavar las uñas con violencia en el pubis para reprimir todo esto que, hincha las venas entre mis piernas hasta el dolor inconsolable si no es dentro de ti.
Te confieso que soy un amante cruento y obsceno, que la bondad quedó prendida de una rama cuando bajaba una montaña y no volví a por ella. Se la comieron los cuervos.
Confieso que te amo, que a veces rozo el delito moral deseándote. Y cuestiono cosas como la necesidad de la piedad y la ternura.
Cielo, no tomes una sola aspirina, deja que la fiebre suba y que yo haga lo que quiera.
Que el termómetro estalle. Aunque te duela… Como a mí me dueles aquí abajo, puta.

domingo, 2 de febrero de 2020

Inseparable


Bueno… No tan inseparable.
Es algo habitual que me lo deje olvidado tras tomar un café.
En muchas ocasiones.
No es que sea malo, me ayuda.
Es que soy así de insensible.
Y un pelín orgulloso, yo no soy cojo.
Al menos cuando estoy sentado…
Vaaaale… De amputaciones ya hablaré otro día.