viernes, 6 de septiembre de 2013

El parto

No deberíamos nacer por parto; es algo que marca la vida porque somos expulsados por las zonas más pestilentes del cuerpo.
Es lógico pues, que se acumulen rencores a lo largo de la vida. Lo que mal empieza mal acaba.
Dios se equivocó muchísimo en el diseño de los humanos y la evolución era una bromista malhumorada.
La cigüeña es mucho más limpia y además no es necesario el aborto, solo una buena escopeta; o para los más rústicos (que los hay y comen cantidades desmesuradas de chile habanero) una honda.

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