viernes, 16 de marzo de 2012

Haiga: una conjugación de los palurdos


El “haiga” como conjugación verbal, obedece a una merma o tara de la circonvolución frontal inferior del lóbulo izquierdo del cerebro, que domina las áreas del lenguaje y el tartamudeo.
Es una malformación que se da sobre todo en las mujeres campesinas y tribales que se pasan demasiado tiempo en la estufa preparando excesivos frijoles, memelas y sopas aguadas a sus machos, cuando éstos observan atentamente con su también dañado lóbulo temporal izquierdo, las evoluciones de veintidós tíos corriendo en el pasto tras una pelota con muy poca elegancia y llorando como nenazas por una patada que en cualquier niño o anciano sería motivo de risa.
Sus mamás dicen “haiga” y ellos dicen “fúmbol” o alguna barbaridad parecida.

Habría que meterlos en un frasco con formol antes de que se extingan, para que así sirvan de testimonio a generaciones venideras, que si son descendientes suyos, aún hablarán peor que ellos porque esto no parece que vaya a mejorar; ya que se trata de una ignorancia patológica endémica geográfica. Algo así como los hombres lobo; pero además ignorantes. Y tienen la característica de reproducirse conejilmente, no saben hablar pero follan sin cuidado. Consiguiendo perpetuar su propia especie en apenas un lustro.
(extraído de La Encyclopaedia Obscénica Iconoclasta, y no de esa mierda de la Wikipedia)

Iconoclasta

Buen sexo.

(Ilustración de Aragggón)

lunes, 5 de marzo de 2012

Indignados pero seguros


¿Quién les pega a ellos?
La vida es una mierda y si te sientes mal, te inflan la cara a hostias.
Esto solo vale para algunos: porque si la policía (en este caso la policía autonómica catalana de España) se manifiesta porque les recortan el salario como a todo hijo de vecino y se sienten indignados, nadie les parte la cara (o la madre como dicen los mexicanos) como hacen ellos con la gente indefensa que se manifiesta por verdaderos apuros económicos (mayo 2011, en Barcelona por ejemplo).

Da un poco de rabia la injusticia de que nadie les meta una pelota de goma por el culo.
Odio que los poderosos (joderosos) y sus sicarios tengan este tipo de impunidad en lo que se llama alegremente una democracia de los cojones.
Que lacrimógena mierda.


Buen sexo.
Iconoclasta

Montaje fotográfico de Aragggón.