miércoles, 17 de abril de 2013

La gracia de la vida




No acabo de ver la gracia a la vida:
Te despiertas y te llenas los pies de porquería si no atinas a calzarte las pantunflas.
Te despiertas y lavas platos.
Te despiertas y recoges mierda en bolsas.
Te despiertas y cagas y meas.
Te despiertas y te vas a la mierda de trabajo con el que malvives.
Te despiertas y sigue vivo quien debería estar muerto.
Te despiertas y el cigarro solo dura una fracción de segundo. Las casi veinticuatro horas restantes, se dedican plenamente a sacar mierda y a padecer hastío.
A prostituirse por unas monedas.
Es por ello, que me parecen amenos los programas, noticias y películas en las que hay niños muertos en brazos de sus padres, madres y hermanos.
Incluso cuando están tirados en el suelo de un desierto con un buitre que los sigue para comérselos aún vivos (buena y vieja foto de lo que los idiotas hacen con sus hijos: abandonarlos al hambre y la muerte).
Ver la mierda en casa de otros, da sosiego.
Un niño muerto es un soplo de serenidad a un día mierdoso. Me provoca una romántica y beatífica envidia al pensar que algunos se escabullen de la mierda para ir a parar al mismo sitio, más rápidos y mejor conservados.
Alguien con una gran cultura como yo, siempre pensará que morir no es tanto drama, que tiene sus ventajas para los que viven y los que mueren.
Me despierto y me asqueo.

Buen sexo
Iconoclasta

viernes, 22 de marzo de 2013

Danzantes prehispánicos y otras hierbas




El folclore y las tradiciones están muy bien. Son necesarias para preservar la cultura y crean nostalgias entrañables; pero me rechinan los dientes cuando en un semáforo se me acerca un tipo con taparrabos y plumas y díceme: Soy universitario.
Me quedo bizco ante el taparrabos y las plumas, imaginando a Hernán Cortés sujetándolo con un mecate atado al cuello. Recapacito sobre las culturas en las que las mujeres, suajilis y masais por ejemplo, exhiben sus tetas sin pudor (para que tengan interés antropológico no han de superar los veinte años, de lo contrario hay que observar sus pezones dirigiendo la mirada a sus tobillos) a los turistas y en los documentales, maldiciendo mi suerte de que siempre me toque macho en los semáforos.
Y respóndole: Pues yo creo en las formaciones calizas de las cuevas en forma de nabo.
Y arranco el coche antes de que me ponga bajo la nariz una lata oxidada de trozos de melocotones para que le tire unos pesos que pienso invertir en tabaco.
A través del retrovisor observo una estela de plumas de pollo revoloteando en el aire.
Tengo una vena poética…
Excelso.

Buen sexo.
Iconoclasta

jueves, 7 de marzo de 2013

Hugo Chávez, la movilización del ejército y la policía




Aparte del drama que representa para otros la muerte de un político y dictador querido por ellos y solo por ellos, lo que más me ha hecho sonreír y pensar de la muerte de este tío (el Chávez), es que en cuanto se supo que la había palmado, se movilizó el ejército y la policía en todo el país, Venezuela para más señas.

¿Para qué se moviliza el ejército y a la policía? Seguramente será para evitar que el pueblo se suicide en masa por la muerte de su padre, presidente y sacerdote. Cuando a un tipo se le quiere tanto y se muere, el pueblo como es valiente, culto y decidido, lo sigue hasta en la muerte.

Y es que no hay otra razón por la cual en un país donde se ama tanto a su presidente muerto, sea necesario el ejército y la policía. A menos que quieran lucirse en las fotos aéreas con esas multitudes, seguramente a punto de suicidarse por amor al jefe.

O eso, o es que los militares desconfían del amor de su pueblo.

No… Imposible…

Y todo esto me lleva a pensar que de Cuba, más que con los médicos, me quedo con los Partagás, sinceramente. Aunque me nazca un hijo de color gris y se me caiga la lengua a trozos.

Hugo rima con tarugo.
Es que me parto.

Buen sexo.
Iconoclasta

miércoles, 20 de febrero de 2013

Violencia del cine coreano




La violencia de las películas coreanas es épica. Desmesuradamente romántica.
La sangre mana como el sudor y parece no acabar nunca, las armas de fuego  son espadas mágicas que parecen rellenarse de balas divinas salidas de algún buda bonachón.
Mola, me gusta. Y algo de fantasía no puede hacer daño, ya que las películas históricas y las que se basan en hechos reales, son decepcionantemente mediocres y previsibles. Sobre todo porque además, tiene una gran calidad comparadas con el cine de otros países como España, México, Francia y las películas de videoclub norteamericanas.
Los hay estúpidos que ven este tipo de cine como si fuera la gran puta enseñanza de su vida. Creen que la realidad es más o menos parecida, porque además de idiotas su nivel cultural es el de un marrano. Y así, cuando se ganan un balazo y se desangran dolorosa e irremisiblemente, se mueren pensando en que algo ha fallado.
En los países dados a los tiroteos, ocurre a menudo con la juventud cuyos padres son unos tarados por cosas de copular con hermanas y primas. De ahí que se maten con tanta frecuencia  e incluso se descuarticen alegremente.
Adoro la bala artística que masacra con elegancia.

Buen sexo.
Iconoclasta

martes, 5 de febrero de 2013

La tolerancia por la zoofilia




Pues resulta que hay una organización pro zoofílicos llamada Zeta (casualidad que tenga el mismo nombre que el cártel de la droga mejicano) que lidera un bibliotecario alemán que se lo pasa bomba con su perra Cissy, el tipo se apellida Kiok y es calvo (cosa que no me parece mal, lo de la calvicie).
Y ya que hay organizaciones pro-zoofilia, bien podrían montar una asociación fetichista de sexo con muñones, que sería mucho más respetuoso y menos patológico mentalmente. Una buena penetración con un brazo sin mano, es mejor que metérsela a una pobre perra.
Además, para la filmación  de películas zoofílicas, usan actores que son deficientes mentales y es más molesto verles la cara a ellos que la polla del caballo o la del cerdo.
Ya lo dice la biblia: follar con animales es abominación, aunque siempre es peor no dar suficientes ofrendas a Yaveh.
Son tiempos de mierda y la tolerancia con la zoofilia es otra de esas mierdas que hay que soportar.
Los hornos de cremación alemanes se adelantaron demasiado; en esta época hubieran sido más efectivos y tendrían mayor y mejor popularidad.
¿Y si hacen que un caballo se monte a Kiok encima de una mesa? ¿Seguirá el calvo con esa sonrisa imbécil en su jeta?
Esperad, que voy a vomitar y luego vuelvo. Josdeputa…

Buen sexo.
Iconoclasta