sábado, 11 de abril de 2020

La peste


La peste ronda por la ciudad al acecho de pulmones que pudrir.
Es fascinante el depredador y la soledad infecciosa que lo camufla. Es fascinante el miedo oscuro de sus presas y su respiración contenida.
Es preciosa la ciudad muerta desde una jaula insana.

jueves, 9 de abril de 2020

Coronavirus España


Hoy, tras otra larga sesión de sexo oral en las cortes, y como ya era del dominio de unos pocos listos como yo, se ha aprobado la instauración indefinida del acoso y abuso policial, así como el encierro de los ciudadanos. Y aunque no se ha dicho, tras la invención de cientos de delitos durante el estado de sitio al ciudadano, con toda probabilidad habrán acordado borrar del código penal el delito de prevaricación para que todas las multas y encarcelamientos no constituyan delito. Las fechas fijadas de prórrogas y toda esa cháchara es mero formulismo, ya que no pueden quedar espacios en blanco en las actas.
La tan cacareada oposición del gobierno es un chiste político que ya no tiene gracia.
Y así, los arruinados y sin comida, no podrán bajar de sus casas si no es en un ataúd, ya que: “Si no vas a comprar alimentos, para qué cojones vas a salir a la calle, idiota”. Dice con orgullo un policía elegido al azar.
En definitiva, si la policía y otras fuerzas de seguridad del estado, ya han desarrollado estos días un patológico complejo de superioridad y autoridad; ahora tendrán pista libre para lucir en sus boinas y gorras la insignia de la calavera de SS.
Dios es una puta encarcelada en su burdel, estamos abandonados.

España récord Guinness en invención de delitos


La legislación española es la más rápida del mundo inventando delitos para el encarcelamiento y sanción fácil y numerosa de los ciudadanos acusados de tener coronavirus, que son todos a efectos policiales.
Incluso ya está preparando campos de concentración que, con la característica retórica socialista y podemita, para sus decadentes e ingenuos ciudadanos han bautizado azucaradamente como Arcas de Noé de mierda.
Quién iba a decir que un golpe de estado y una vuelta a la dictadura iba a ser tan dulce y con aplausos a las ocho de la tarde, a carceleros y cuidadores de campos de concentración.
España debería estar situada mucho más al este de Europa por su carácter paterno-dictador. Junto a las rancias “repúblicas” de la órbita soviética.
Por ejemplo: comprar una revista de pasatiempos te puede llevar a la cárcel o a una costosa multa tras un minucioso registro por parte de un poli que se cree el mismísimo y puto Eliot  Ness, siempre y cuando se enfrente a un ciudadano que no ha cometido ningún delito real.
Dentro de España cabe destacar que Cataluña sigue su línea de represión ya tradicional, como antes del coronavirus. Los dirigentes catalanes no necesitan inventarse delitos, tienen la soberana autoridad de encarcelar y robar con desorbitantes impuestos a cualquier ciudadano obrero sin requerimientos legales.
En Cataluña, en lugar de campos de concentración, son más de pegar un tiro en la nuca a los enfermos o tapiar casas, poblaciones y barrios para que los habitantes se mueran sin salir y proteger así a ellos mismos: cargos públicos y sus aparatos represores como policía autonómica y municipal.
España no solo es diferente, es la más rápida inventando delincuentes y delitos.
Respecto a la sanidad española: cada día pasa el bando de la cifra de muertos y contagios por coronavirus y te dice que te quedes en casa aunque te pudras o ellos ordenen lo contrario. Eso y las grandes campañas doctrinales de aplausos ya mencionados y programas televisivos para cerebros muy, muy, muy básicos; los que popularmente rozan el retraso mental y han votado a esos inventores de delitos para que les digan que será muy duro el asunto del coronavirus, que los vivos quedarán todos arruinados y que al final, todo irá bien para los que tienen una cantidad pornográfica de dinero y propiedades.

¿Y mis putas?


¿Cómo lo llevan las putas?
Mis amadas putas…
La pandemia del coronavirus y sus infecciones colaterales: estafa, gobierno, policía, cobardía, despotismo, colaboracionismo y pobreza; joden incluso a las putas.
No tienen corazón.
Las putas no….
Por eso ahora aparecen tantos perfiles como solicitud de amistad en las redes sociales, con cuerpos perfectamente fabricados, retocados y lamibles hasta la eyaculación. Perfiles que son promocionales de páginas pornográficas y sexocam. No existen esas putas; pero a efectos de hacerse una paja no importa.
Lo que me hace reír, es que aún hay lelos de paja fácil que las saludan como si existieran. Los grandes pajilleros, tienen un cerebro más pequeño que uno de sus testículos u ovarios. O sea, más tontos que una piedra.
De lo que estoy seguro es que presidentes, ministros, altos funcionarios y algunos comisarios de policía, deben tener un impecable y profiláctico servicio sodomita diario con sus selectos efebos.

Perros del coronavirus


Pareciera que la alarma de coronavirus es en realidad la suelta de los perros de caza.
Es cuanto menos, anecdótico conocer la verdadera cara mezquina, envidiosa y asesina de tus vecinos, los policías y los policías oficiosos que ejercen de delatores.
Y no se mueren….
Ni sus hijos.
Se reproducen como ratas.
Tengo mis razones para estar asqueado.

miércoles, 8 de abril de 2020

Putos días de encierro



Policía fascista acosadora


Dale a un idiota un poco de autoridad y se convertirá en el puto Idi Amin Dada.
Los  celosos perros corruptos se dedican a revisar compras de los ciudadanos.
Y dejan pasar toneladas de droga cuando no hay alarma por coronavirus.
Incluso el ministro ha pedido que dejen de ser tan hijoputas.
España es un mal lugar cuando te has de topar con la "autoridá competente" (competente es retórico).
Por lo visto los corruptos policías envidiosos no pueden soportar que alguien compre cerveza o refrescos y multan.
Esto ya es México.

martes, 7 de abril de 2020

Esfínteres dañados por coronavirus


Me jode que los hijoputas que han provocado este puto encarcelamiento y pobreza por su miedo e inmovilidad hacia la epidemia coronavirus, no pasarán hambre ni penurias. Los malos siempre están a salvo, en las películas y en sus elaboradas estafas y negligencias auténticas, reales como mi pene mismo.
Además, estos gobiernos de tarados de la era del coronavirus, le han cogido gusto a encarcelar a gente inocente en nombre de una democracia que tiene todos los medios estudiados para convertirse en una feroz dictadura cuando ellos quieran. Bueno, nunca me han engañado, sinceramente.
Y no dejarán de hacerlo; ahora que han probado el fascismo descarado, les ha gustado. Se ha convertido en su viagra diaria.
Espero que Boris Johnson no salga de la UCI, su muerte puede consolar un poco todo este devastador daño anal; pero no soy optimista, con toda probabilidad volverá a dar por culo.
Estoy morbosamente ansioso de que caigan gravemente enfermos políticos y cargos de gobiernos y asistir así a los reportajes teleseriales de su beatificación y a los grandes tuits que por ellos se publicarán.
Insisto, no soy un ingenuo de mierda y sé que no muere quien debe. Solo divagaba dulcemente.
La violencia es lo único que resuelve con rapidez y claridad una crisis.
Toda otra cháchara del coronavirus y sus dictadores es distensión y más daño en el esfínter.

Y yo viviendo en un país cobarde y estafador


Bajo un fascistoide régimen de acoso policial en el que los cuerpos de seguridad dan por hecho que los ciudadanos son delincuentes peligrosos.
Esto es una puta mierda de timo.
Y Suecia es el último reducto de la serenidad, madurez y coraje.
Tienen claro que más muertos causará la pobreza.
Qué suerte tienen…
España es un gobierno de cobardes para cobardes. Un país con rancia tradición de estafadores.
De hecho hay muchos países así; pero a mí me ha tocado vivir en este de mierda.
Entre los cobardes del coronavirus.

domingo, 5 de abril de 2020

El descabello


Ha llegado la era de las mascarillas, los gobiernos obligan así a perder también lo que hace diferentes entre sí a sus esclavos productores: el rostro.
El toro ha agachado la cabeza para recibir el descabello por fin.

Contagios anales


Si les contara el gobierno que el coronavirus se contagia por el culo, se lo creerían.
Y caminarían con las nalgas muy prietas, con un palo metido en el culo porque habrían agotado hace horas las existencias de tampones menstruales.
Serían incluso, mucho más felices que con mascarillas. Aunque sangraran al principio los menos experimentados en el “mondo gay”.
A la chusma le puede contar cualquier cuento sus amos de mierda que los creerá.
Por ello los gobiernos, sus amos, han conseguido que vivan a tan solo unos metros de millones de metros cúbicos de excrementos y orines, lo que conducen las cloacas de las ciudades.
Han conseguido que vivan felices y orgullosos de ser lo que son, unas bestias de establo insalubre.
Que respiren mierda orgullosos de su ciudad.
Siempre me resultó repugnante el olor de los túneles del metro. Huelen a mierda vieja desde que nací. Los momentos más deprimentes y oscuros de mi vida son los que he viajado en metro. La muerte de mi padre, por ejemplo, fue intensa, fue trascendental.
Nada tan repugnante como el olor que respiras en los metros.
¿Cómo no va a haber epidemias en las granjas humanas?
Es que si no las hubiera, los gobiernos las nebulizarían para liberar la presión demográfica y castrar con el terror a las reses que sobrevivan.
Ni más ni menos lo que ha pasado: todos los gobiernos del planeta se han puesto de acuerdo para enfermar a sus grandes poblaciones y eliminar ganado sobrante. No han montado una guerra porque temen por sus propiedades.
Me gusta pensar que es novela; pero no lo es.
Es otra cosa, una estafa repugnante.
Como el miedo que paraliza a las ovejas humanas, así de vejatorio.
A falta de leones que cacen y coman seres humanos, coronavirus.

sábado, 4 de abril de 2020

Delatores de la bofia coronavirus


Si te observan desde un jardín, balcón o ventana con mirada porcina, fotografíalos.
Son chivatos, confidentes de la bofia de los estafadores coronadictadores.
Más adelante, lo que no haya matado el coronavirus lo deberemos matar nosotros.
Por un planeta más higiénico ¡Identifícalos!
(Carita dulce 🥰)

Optimismo y buen rollo


Los cuchillos (con una gruesa hoja muy afilada) son buenos. Nos protegen, nos cuidan.
Ayudan a matar al enemigo más rápidamente que con una piedra o un palo a falta de balas.
Y el tabaco le da sabor y elegancia a la vida. Fumar es bueno.
La jeringuilla es genial para curar la ansiedad, la vacías y la llenas, la vacías y la llenas, la vacías y la llenas, mientras unos elefantes se balancean en una tela de araña chutándose cosas insanas en la trompa.
No sé qué coño hacen los calzoncillos ahí, pero me hacen reír.
Hoy todo son ventajas y optimismo.

Ranking mundial de delincuencia


España ocupa el primer lugar mundial en número de criminales o delincuentes por metro cuadrado.
37,328 millones (80 % de la población) de reses españolas son delincuentes criminales bajo arresto domiciliario y en hospitales, una minoría irrelevante está confinada en celdas más grandes que muchas viviendas.
Por esta razón se ha declarado la ley marcial en España. La lucha contra el coronavirus que llevan dentro de sí estos millones de delincuentes, constituye la guerra santa del actual régimen español.
La mano dura del régimen, espera así que gracias a la próxima epidemia de hambruna que está creando desde hace cuatro semanas, acaben de morir todos los criminales que colapsan el país.
El resto 9,332 millones (20 % de la población) de las reses españolas, son también delincuentes; pero con inmunidad como: funcionarios, políticos, ejecutivos de gobierno, alcaldes, concejales, bofia y delatores que por su colaboración con el régimen y practicar sexo oral a sus vecinos policías (sobre todo a la bofia urbana o municipal) consiguen trato de favor para pasear libremente. En definitiva, un selecto 20 % puede hacer lo que le salga de la polla o el coño.
Si el coronavirus se contagiara por las mamadas, ya estarían muertos muchos de la bofia, sobre todo municipales, y sus mamadores confidentes. Hay esperanza de que el virus no sea del todo tan malo, pues.
El coronavirus así, se ha erigido en el más eficaz instrumento para acabar con la delincuencia.