miércoles, 31 de julio de 2019

Tener dinero y tiempo


Y si yo tuviera pasta, también haría un crucero de mil putos días.
No te jode la pija…
A sus dieciséis añitos y tan petarda.
Es una maravilla tener dinero y esa decadente forma de perder el tiempo.
A su edad debería estudiar, no timar o creerse una redentora o iluminada.
Aunque hoy día estudiar no indica inteligencia. El 80% de la población que ha estudiado, apenas consigue entender lo que lee a partir de la cuarta línea del primer párrafo.
Vivimos una época en la que los idiotas copan la atención del resto de sus colegas anónimos y constituye un continuo insulto a la inteligencia leer sus noticias mierdosas.
¿De verdad puede entrar cualquier cosa en la ONU?
¿Lo que cague durante la travesía, lo envasará al vacío y se lo llevará a casa a reciclar? Y seguro que se alimenta exclusivamente de conservas de garbanzos criados con esmero, piedad y bienestar.
Mierda…

martes, 30 de julio de 2019

El odio y los playmobil


Si no tienes a quien odiar, eres un ser triste. O con muy mala suerte.
Odiar es magia.
No existe nada tan intenso y energizante. Hay tanta gente en el mundo, que es imposible no hacerlo. De hecho, su gran abundancia, per sé es causa ya de odio.
Es imposible no odiar.
Y no es solo una cuestión de probabilidades o estadística. Es una constante universal.
A menos que seas un playmobil, un muñequito panadero o un pequeño jesucristo de belencito de juguete.
Los muñecos no saben de constantes universales, estás fuera del juego.
Solo eres de plástico si no odias algo.
El odio es solo para humanos forjados.
Los gurús del buen rollo son maricones, no son sintéticos. Solo cretinos en el mejor de los casos.

sábado, 27 de julio de 2019

La suerte de los idiotas


Se dice que las cucarachas y tal vez las ratas, serán los seres que sobrevivan con más éxito y comodidad a una catástrofe nuclear planetaria.
Se equivocan. Se equivocan del todo: las/os (me encantan las hipocresías inclusivas cuando ofendo) idiotas se reproducen más que las ratas, comen mierda y no se mueren. O al menos su tasa de mortalidad es tan baja que resulta desasosegador para la evolución de la especie humana. Pero sobre todo, lo que los salvará de un modo definitivo de morir y eternizar así la estupidez es: la suerte.
Todos los tontos del mundo tienen una suerte del carajo.
Y es que puedes verlos, oírlos y apedrearlos todos los días. Como si el planeta se empeñara en premiar y eternizar la imbecilidad; los más idiotas copan los puestos de trabajo mejor remunerados y con más responsabilidad. Los encuentras en los puestos estratégicos de los gobiernos y en todas las oficinas de atención al cliente y juzgados. Y en los colegios, como docentes, se sienten como pez en el agua.
Las estadísticas dicen que si metes en una picadora de carne a diez mil seres humanos, el porcentaje de pura carne picada de idiota sería del 98 %. Siempre pecando de optimistas, los que calculan las estadísticas no ven su propia giba.
Aun así, a pesar de toda esa suerte imbécil, no deja de ser una tragedia que sobrevivan a las ratas y las cucarachas.

Los misiles del amor de Kim Jong


Pues parece talmente que está relajando el ano tras haberle metido esos dos supositorios. No puede haber nadie en el mundo tan feliz, como Kim Jong semi prostrado con el culo en pompa y digiriendo al revés lo que le han metido.
Si es que ni el pijama se quita para fotografiarse. Los dos serviles que tiene detrás ¿están erectos y excitados?
¿No han usado guantes?
¿Le han metido antes de los misiles una lavativa?
Es que tanta felicidad del enano coreano es sospechosa, parece esconder cosas más profundas y sórdidas.
Y con este asunto de las cuotas mariconas en todas partes…

Otra vida, de Netflix


Menos mal que la serie de ciencia ficción es más mala que pegarle a un padre con el calcetín sucio en la puerta de una iglesia, y por eso me importa una mierda que salga la cuota necesaria de mariconez, bollería o transexualismo, incluso queer-ismo.
La puta que los parió...
Netflix muy oportunista y buscando clientes donde sea, te mete a la fuerza, en una nave espacial a un monstruo LGTBI.
Yo me doy de baja, no puedes ver nada sin que salga un gazapo maricón.
Pronto harán la versión Alien Gay. Me refiero a que el Alien se llamará Petunia, tendrá tetas caídas y un pene minúsculo del que se enamorará un queer pedófilo y zoofílico con banderita arcoiris en la frente.
Y para mayor inri concluirá el guión además que al fin y al cabo, el Alien no deja de ser un inmigrante hambriento y sediento.
Puta madre...
Que harto me tienen. ¿Habrán hecho en la nueva parida de El Rey León, del jabalí o babirusa un maricón también?
Da miedo, son tan capaces e impunes...

miércoles, 24 de julio de 2019

Gaylojes


Se debe ser cuidadoso con el reloj que compras. Porque si no eres gay al ver determinados anuncios, se te podría amargar la compra.
Si era necesario por evitar malentendidos no agujerearse la oreja derecha para el pendiente, ahora hay que estar muy atento a las tendencias de moda pseudo masculinas o tendrás que dejar el reloj para lucirlo solo en el cagadero si no quieres que un macho se te acerque y te diga: Hola, cielo.

La educación de los hijos


Se debe controlar muy bien la educación de los hijos, porque si levantas la guardia, la escuela los puede hacer en cuestión de días tontos del culo, llorones solidarios, cobardes solidarios, sensibleros solidarios, ignorantes, crédulos, serviles, patrióticos, maricones, tortilleras o transexuales. Incluso un día, podrían darle un “me gusta” a algunas de esas monstruosidades que pululan por internet: influencers.
Un día encontrarán a un inmigrante y lo acariciarán y le cogerán cariño como si fuera una mascota. Sed cuidadosos con lo que les meten en el cerebro a vuestros hijos.
Hasta tal punto llegará en la escuela el adoctrinamiento hacia la uniformidad o mediocridad y la cobardía que, un día mirarán con ojos como platos y atemorizados la violencia de Juego de Tronos. Si por casualidad vieran una escena de, por ejemplo Ases calientes, entrarían en coma imbécil irreversible.
Controlad lo que en la escuela les enseñan y actuad en consecuencia, hacedlos astutamente mentirosos: que disimulen con credibilidad haber aceptado la mierda que les sirven en la boca los sacerdotes de la mediocridad como hostia insípida. Es básico esto último para la supervivencia económica en esta puta sociedad, solo conseguirás trabajo si demuestras ser una bestia de corral y no tener ideas propias, si no “de equipo” de mierda.
Decidles que solo el individuo es creador, un conjunto de individuos solo son un rebaño pastoreado sin ninguna profundidad intelectual.
Que aprendan, que evolucionen entre la mierda con cierta dignidad, sin creérsela ni llevársela a casa.
Que fumen.

martes, 23 de julio de 2019

Una diferencia


Entre la imagen superior, la de los flamencos y la inferior, la de las reses humanas en la playa, hay una diferencia. ¿Puedes hallarla?
Tic, tac, tic, tac…
¿Ya?
Tic, tac, tic, tac…
¿No?
La elegancia, coño. El colorido de los flamencos y su saber estar.
A la playa le faltan abrevaderos y balas de forraje para alimentar al ganado, si quedara sitio para esas cosas, claro.

Masturbación oratoria


lunes, 22 de julio de 2019

No sabéis educar a vuestros hijos


Bueno, lo que antes hacía el comunismo en la URSS y hoy China, el control absoluto de la vida de los ciudadanos y una represión que causaba tal depresión y tristeza que, solo se podía sobrellevar con el vodka que obligaban a tomar a obreros-esclavos para tener el control de su humor y su rumbo trabajo-casa-ocio. Lo hace ahora el “capitalismo” con acierto y precisión, aunque el decorado varía. Han sabido sumar al vodka o cualquier licor, un teléfono que muchos obreros llevan entre sus genitales todo el día y una prensa que se ha convertido en el órgano de comunicación y guía de adoctrinamiento.
El capitalismo (no hay izquierdas ni derechas, son prostitutas del dinero, solo varía el tipo de ropa interior en los políticos) ya ha conseguido el control de la chusma casi por completo: el mensaje de “no sabéis educar a vuestros hijos”, lleva implícito el: “nosotros los educaremos”.
Lo único que queda para completar el proceso de idiotización global, es la inserción de un circuito integrado en los recién nacidos por ley y en los adultos, como aconsejable.
A mi hijo le daré golosinas y hamburguesas en la cantidad que yo crea conveniente y oportuno. Y cuando él me lo pida si encuentro que es adecuado.
Y casi siempre es adecuado darle un placer a mi hijo. Siempre lo fue.
Así que las instituciones y sus médicos y sanitarios cánidos, pueden meterse las tiendas de golosinas y comida rápida en el culo. Ya me encargaré yo de proporcionar a mi hijo lo que necesita sin la puta ayuda de estos degenerados tiranos con falsas maneras de tolerancia, piedad y esmero social de mierda.
Putos puercos controladores…
Seguramente, pronto habrá algún hijoputa funcionario mirando como follan las parejas, si lo hacen bien. Y él se follará primero a la mujer para que el marido subnormal entienda como hacerlo.
Los gobiernos del bienestar capitalista ya, apenas tienen máscaras con las que disfrazarse. Por otra parte los muy hijoputas apestan a leguas, hay que ser muy imbécil, estar muy borracho y colocado para no darse cuenta.
Lo dicho, el capitalismo está triunfando en su misión. A ver si revientan de una puta vez.

domingo, 21 de julio de 2019

Juraría que la he visto


Yo no fotografío cosas ñoñas.
No soy infantiloide, no presto atención a cosas hinchables; los hombres machos comemos carne, a veces cruda.
Es que entre el unicornio y el flamenco, juraría que he visto aparecer una mujer mojada en bikini, absolutamente buenísima.
Y no aparece en la foto. Mierda...
Juro que se me ha encendido solo el cigarro al verla.
Luego ya escanearé los resultados que me dé mi neurólogo para aquellos que ríen con malicia: mi cerebro no está podrido.
Hijoputas.