Pues resulta que hay una organización pro
zoofílicos llamada Zeta (casualidad que tenga el mismo nombre que el cártel de la droga mejicano) que lidera un bibliotecario alemán que se lo pasa bomba
con su perra Cissy, el tipo se apellida Kiok y es calvo (cosa que no me parece
mal, lo de la calvicie).
Y ya que hay organizaciones pro-zoofilia, bien
podrían montar una asociación fetichista de sexo con muñones, que sería mucho
más respetuoso y menos patológico mentalmente. Una buena penetración con un brazo
sin mano, es mejor que metérsela a una pobre perra.
Además, para la filmación de películas zoofílicas, usan actores que son
deficientes mentales y es más molesto verles la cara a ellos que la polla del
caballo o la del cerdo.
Ya lo dice la biblia: follar con animales es
abominación, aunque siempre es peor no dar suficientes ofrendas a Yaveh.
Son tiempos de mierda y la tolerancia con la zoofilia
es otra de esas mierdas que hay que soportar.
Los hornos de cremación alemanes se
adelantaron demasiado; en esta época hubieran sido más efectivos y tendrían
mayor y mejor popularidad.
¿Y si hacen que un caballo se monte a Kiok
encima de una mesa? ¿Seguirá el calvo con esa sonrisa imbécil en su jeta?
Esperad, que voy a vomitar y luego vuelvo.
Josdeputa…
Buen sexo.
Iconoclasta