Ni el oro, ni el platino, ni los diamantes. Comprar
un idiota es la mejor y más segura inversión.
Puedes comprar un idiota en cualquier momento
y en cualquier parte del mundo con toda la garantía de que lo será para
siempre.
Los idiotas son un producto reconocido
mundialmente y se pueden usar como esclavos, esclavos sexuales, esclavos para
que tus hijos lo usen de pizarrón con rotuladores permanentes u objetos
punzantes. Como ceniceros también…
Apenas se rompen y duran incluso demasiado. De
hecho todo lo que es idiota, feo o aburrido tiene una longevidad desesperante.
Y sus órganos, exceptuando el cerebro, un día
podrían resultar útiles.
Sobre todo, nunca pagues lo que te piden por
ellos, se sobrevaloran cosa mala los condenados.
Para tiro al blanco me parecen preciosos…
Buen sexo.
Iconoclasta