domingo, 12 de abril de 2020

Podrío


Lo que me tiene “podrío” son los aplausos carcelarios institucionales del coronavirus, una festividad de las tardes que, como si fuera un episodio de Barrio Sésamo (versión retrasados), se repite un día y otro y otro y otro y otro para torturarme y para hipnotizar a los idiotas felices.
¿De verdad la chusma encarcelada en sus casas aplaude a pesar de todos los muertos y la miseria? ¿Eso es la tan celebrada puta empatía?
Y los muy hipócritas, son de los que sufren por las corridas de toros.
Que os den por culo, al gobierno y a los aplaudidores que ni siquiera aciertan a hacer una palmada al primer intento.

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