sábado, 25 de abril de 2020

Murf poseído y muy cabreado

 
Es adorable y no tiene coronavirus.
Simplemente ha reaccionado a la imbecilidad social de los aplausos de las 20:00 todos los putos días.
Llevan tantas tardes los idiotas aplaudiendo felices que, ambos hemos sido poseídos por el espíritu humano de la hijoputez.
Yo no me he fotografiado en el momento de los aplausos porque me afecta al pene y he de ser cuidadoso con los nuevos censores.
Murf y YO tenemos, evidentemente, naturalezas distintas.
Estas primeras semanas de la recién estrenada dictadura del Régimen Sánchez-Iglesias, se me hincha y endurece grotescamente, y aparecen en el meato dientes en el momento álgido de la ofrenda de aplausos y agradecimientos de los tontos a sus amos, por alguna razón que ni ellos saben; tal como actúan algunas mujeres maltratadas con su macho.
No gano para pantalones (calzoncillos ya no tengo) y me da miedo masturbarme.
Pero me mola mucho Murf.

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