sábado, 11 de abril de 2020

Murf observa


Desde la ventana Murf observa el planeta y las cosas que pudiera cazar y no le dejo.
Yo lo observo a él a falta de que no haya una hermosa mujer frente a mí a la que mostrarle con desenfadada obscenidad lo muy hombre que soy.
Bueno, siempre tiendo a sobreestimarme, porque si no lo hiciera me encontraría con la innecesaria e indigna verdad: eres un mierda. Y no me gusta.
Mirar al gato es terapia de autoestima. La terapia de esquivar la vergonzosa realidad.
A mí no me mira nadie, mi pelaje es repugnante.
Murf es un ser privilegiado; pero con un compañero idiota.
Nada es perfecto.

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