miércoles, 12 de febrero de 2020

Luz y oscuridad


La luz crea la oscuridad, quiera o no.
La oscuridad no puede crear luz, qué inconveniente… Qué oportuno.
La oscuridad es mi sombra y la sombra está también dentro de mí.
En mis tripas no hay luz.
La luz se traiciona a si misma, no hace bien las cosas.
Allá donde cae, crea sombra.
Si la luz es Dios nunca podrá destruir la oscuridad, el mal.
Si has de creer en estupideces, Dios crea lo bueno; pero ahí están los constructores, edificando para protegerse de la luz; para ocultarse de la bondad. Cuanto más edifican los monos, más maldad, más sombra hay.
Las gafas de sol son protecciones contra la bondad, crean sombras en los ojos.
¿Entiendes la cansina lucha de Dios y su luz contra la oscuridad o las tinieblas? Es un cuento chino.
Alguien creó un Dios defectuoso, deberían sancionarlo. Crucificarlo también, por negligente.
La hostia tiene un lado oscuro.
Y la cruz…
El culo de Buda y la media luna de Alá.
Los brazos de Shiva se hacen sombra entre si, es torpe también.
La luz jamás barrerá la oscuridad, es una ley física, un efecto inevitable.
Al final, toda esta retórica es mentira; porque la sombra no es oscuridad, solo es menos luz. El consuelo es que sigue siendo maldad; de bondad hay tanta, que es peste. Si en la sombra anida la maldad, en la luz la hipocresía más luminosa; es más evidente que la descomposición de los cuerpos. Dan ganas de meterse en el agua y frotar con jabón los músculos para sacarse toda esa apestosa luz de mierda.
Me cago en la luz y su piedad, no puedo escapar de ella.
Y si fuera albino, sería aún peor.
Todo son malas noticias…

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