martes, 20 de agosto de 2019

Efecto Cagadero


No lo dicen para que la chusma no se cague de miedo y empiece a manisfestarse día sí y día también con paraguas o cosas colgando del pecho; pero el problema más serio para el planeta no son los combustibles e industrias contaminantes.
Lo realmente preocupante son los 6000 millones de primates humanos cagando.
Con una buena y cruentísima guerra de cinco o seis años a nivel mundial, e incluso simplemente europeo, se aliviaría notablemente la producción excrementicia y asunto resuelto hasta otra próxima depuración de la población de teléfonos móviles.
El problema no es el efecto invernadero, es el Efecto Cagadero.
De ahí que Cataluña sea pionera en la miniaturización de raciones de alimentos y en la ilegal carga de impuestos a los refrescos y no a las bebidas alcohólicas (la glucosa proporciona más energía cerebral a la chusma, cosa que a los políticos preocupa; el vino bien si es en grandes cantidades). Razón (la de las raciones sobre todo) por la cual algunos catalanes listos y pudientes han empezado a emigrar a Bélgica.
Se impone una nueva guerra mundial, o simplemente una gran crisis que mate de hambre al necesario número de monos.
Y así, con menos mierda volverán a tener mucho frío los osos polares.

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