viernes, 16 de agosto de 2019

Cuestión de economía


Fotografiar una cascada no tiene ningún problema técnico o artístico.
Lo difícil es dar con el exhibicionista onanista en el preciso momento y lugar en los que eyacula tras cascársela.
Puede llevar semanas dar con él, como con los osos en los bosques, por ejemplo.
Lo que sí es necesario es disponer de mucho dinero y tiempo que perder, como los fotógrafos del national geographic.
En fin, es una cuestión meramente logístico-económica.
Una vez has conseguido localizarlo, fotografiarlo es tan fácil como encontrar putas en las zonas de bares y salas de baile de Barcelona mar.
Y si le metes un dardo con un chip localizador en el culo, podrás fotografiar sus cascadas en todo su territorio y vender a empresas de turismo, prensa geográfica y naturista tan preciosas cascadas.
Yo soy más de fotografiar hienas porque es más fácil y divertido ya que no dejan de reír.

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