viernes, 10 de mayo de 2019

El temor fariseo a la pornografía


En la prehistoria, papá y mamá follaban en sus cuevas o en el bosque ante sus crías, los ciervos, las mofetas y los jabalíes. Fue el inicio de la pornografía.
¿No es precioso? Adán y Eva sin adornos florales, con pelos, piojos y toda clase de fluidos y olores.
“Papá se la está hincando duro a mamá” decían los niños masticando bayas y raíces.
¿Es por eso que el ser humano es tan hijoputa? ¿Por ver follar a sus papis o los de otros de la manada?
No. No pasó nada malo, los niños crecieron sin daños mentales hasta conseguir evolucionar hasta nuestros días (aunque los actuales evolucionados, sí que muestran daños mentales profundos, solo quería ser amable con los idiotas).
Hay demasiada preocupación por que los niños puedan ver alguna foto o video pornográfico en internet y ninguna porque comiencen a beber cerveza y vino con sus papás y familia; para pasar luego al botellón universitario y entrar en la mediocridad de la vida graduados de lo que quieran que les regalen en la universidad.

No hay comentarios: